Jesse Romero hace presentación sobre el tema de como ser in buen católico. Cerca de cien personas atendieron la platica en el American Bank Center.
Luisa Scolari para el South Texas Catholic
Hay muchos católicos, pero dentro de los católicos hay católicos malos y católicos buenos, dijo Jesse Romero en su discurso "Cómo ser un buen católico, 12 Principios" que presento en la conferencia anual de ministerios de la diócesis de Corpus Christi. Como católicos estamos llamados a la santidad, y para lograrla hay varios pasos para llegar al cielo, Romero dijo.
Un católico bueno se va a santificar y un católico santo llega al cielo. Pero no llega de malo a santo ni al cielo. Hay pasos que uno tiene que tomar: vas de malo a bueno, de vicio a virtud, de virtud a santidad y de santidad al cielo.
Romero proclamo que hay muchos católicos tibios y sin compromiso que desconocen su fe, que conocen "de Jesús pero no a Jesús", y en esto hay una diferencia enorme. Debemos de tener la meta fija y concreta de ir al cielo, el dijo.
El primer principio de un buen católico es que debe examinar su conciencia cada noche. “Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos condenados. Pero el Señor nos juzga y nos corrige para que no seamos condenados con el mundo (1 Corintios 11:31-32).” Y en Lamentaciones 3:40 la Biblia nos dice, “Examinemos a fondo nuestra conducta y volvamos al Señor!”
Repasa tu día y las cosas buenas propone hacerlas mañana y las incorrectas propone no cometerlas mañana. Arrepiéntete ante Dios rezando cualquier oración de contrición; es muy tarde arrepentirte ya muerto, por eso debe uno de arrepentirse cuando está vivo.
El segundo punto dicta que un buen católico asiste a misa cada semana y en los días santos de obligación. Si no asistes a la misa dominical es un pecado grave, es pecado mortal ya que estás desobedeciendo el tercer mandamiento. Si mueres en pecado mortal estás excluido del cielo. Las estadísticas dicen que en los Estados Unidos el 80 porciento de los católicos no asisten a misa el domingo, consideran mas importante el partido de Fútbol, la barbacoa o carne asada, el paseo o simple descansar.
Un buen católico se confiesa por lo menos una vez al año aunque se recomienda confesarse cada mes y en caso de tener pecado mortal.
Un católico bueno cree con todo su corazón que en cada tabernáculo de la iglesia católica reposa el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo, realmente presente en la Eucaristía. Cree que Jesús esta en la hostia sagrada, y es por eso que tenemos un sagrario de oro.
Un buen católico no recibe la Santa Comunión estando en pecado mortal, porque si lo hace se convierte en un pecado mayor llamado sacrilegio. Por eso es importante hacer un buen examen de conciencia y hacer una confesión con un sacerdote.
Un buen católico tiene que obedecer el gobierno espiritual de la Iglesia, inclusive a el papa, los obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos. Dentro de la iglesia católica existe orden y una jerarquía. La Biblia dice, “Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe (Hebreos 13: 7)". Y también dice, “Obedezcan con docilidad a quienes los dirigen, porque ellos se desvelan por ustedes, como quien tiene que dar cuenta. Así ellos podrán cumplir su deber con alegría y no penosamente, lo cual no les reportaría a ustedes ningún provecho (Hebreos 13:17).”
Santo Tomás de Aquino dijo que el único momento en que un laico puede rehusar a obedecer al clero es cuando le pide que cometa pecado, igual que el hijo tiene el derecho de desobedecer a sus padres cuando le pidan que cometa pecado: padres que prostituyen a sus hijos, que ofrecen drogas y alcohol o los obligan a robar, mentir o delinquir pueden y deben ser desobedecidos por sus hijos.
Un buen católico debe respetar la vida en todos sus sentidos y en todas sus etapas.
Si la vocación de católicos es la del matrimonio, están llamados a la procreación y educación de sus niños para que lleguen al cielo. Deben inculcarles con la fe católica; bautizándolos, llevándolos a misa cada domingo, enseñándolos a orar desde pequeños, manteniendo los sacramentos, bendiciendo los alimentos, rezando cada noche y siguiendo las enseñanzas y doctrina de la iglesia católica.
Un buen católico tiene una devoción amorosa para la Virgen María. La Biblia nos dice, “Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre…Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa (Juan 19:25-27)." Entonces buenos católicos llevan a María como madre a sus casas.
Un buen católico reza el Rosario diariamente, es el arma más potente contra el diablo y el escudo del soldado ya que todos los demonios temen a María.
Un buen católico hace oración tres veces al día. La Biblia dice, “Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes (Daniel 6:11).”
Y, por fin, un buen católico apoya a la Iglesia católica con un espíritu generoso. La Biblia nos dice, “Glorifica al Señor con generosidad y no mezquines las primicias de tus manos. Da siempre con el rostro radiante y consagra el diezmo con alegría. Da al Altísimo según lo que él te dio, y con generosidad, conforme a tus recursos, porque el Señor sabe retribuir y te dará siete veces más (Eclesiástico 35:7-10).”