CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- En sus reuniones generales de congregación, en las procesiones litúrgicas y en la Capilla Sixtina todo cardenal tiene un lugar y todo cardenal conoce su lugar.
El Vaticano lo llama "precedencia" y tiene poco que ver con la importancia del trabajo diario del cardenal, el tamaño de su diócesis o su edad. Pero tiene todo que ver con el tiempo.
Los cardenales están divididos en una jerarquía interna de tres niveles: cardenales episcopales, cardenales presbíteros y cardenales diáconos. Es el orden de asientos para las congregaciones generales la sala vaticana de sínodos. Este será el orden en que se alinean en la procesión durante la Misa para la elección de un nuevo papa.
Los cuatro patriarcas de las iglesias católicas orientales que son cardenales son insertados entre los rangos de los cardenales episcopales y los cardenales presbíteros.
Simplemente saltando los cardenales que tenían más de 80 años de edad al 28 de febrero, la precedencia es el orden en que los cardenales electores irán en procesión hasta la Capilla Sixtina para el cónclave, el orden que determina dónde se sentarán adentro y el orden en que emitirán sus votos.
Los cardenales episcopales son seis altos cardenales del rito latino que residen en Roma; uno de ellos, el cardenal Angelo Sodano, es el decano del Colegio Cardenalicio. Los obispos diocesanos constituyen el grueso del rango de los cardenales presbíteros, mientras que los cardenales diáconos son en su mayoría funcionarios de la Curia Romana.
Dentro de cada uno de los tres rangos -- cardenales episcopales, presbíteros y diáconos -- la precedencia es determinada por quién ha sido cardenal durante más tiempo. Eso podría ser literalmente cuestión de segundos.
El cardenal canadiense Thomas C. Collins de Toronto tiene más rango que el cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York; cuando el papa Benedicto XVI anunció los nombres de los cardenales que estaba creando durante un consistorio del 18 de febrero de 2012, el leyó el nombre del cardenal Collins unos cuantos segundos antes que el del cardenal Dolan.
La longevidad episcopal, no el orden alfabético, fue el factor decisivo.
El cardenal Collins había sido ordenado obispo en 1997, mientras que el cardenal Dolan se convirtió en obispo en el 2001.
Sólo dos de los cardenales episcopales son menores de la edad de 80 años y elegibles para entrar en el cónclave para votar por el próximo papa: los cardenales italianos Giovanni Battista Re, exprefecto de la Congregación Para los Obispos, y Tarcisio Bertone, camarlengo o chambelán de la iglesia.
El cardenal Sodano, decano, está liderando las reuniones generales de la congregación que preceden el cónclave. Todos los cardenales, incluidos los mayores de 80 años de edad, pueden participar. Debido a que el cardenal Sodano tiene 85 años de edad, él se quedará fuera de la Capilla Sixtina con los otros ancianos y los deberes del decano pasarán al segundo en rango, el cardenal Re.
La precedencia también determina uno de los mejores roles de apoyo a los cardenales. El "protodiácono" o el cardenal diácono de mayor rango, es quien tiene el honor de caminar hasta el balcón de la Basílica de San Pedro y anunciarle al mundo: "Habemus papam", "Tenemos papa".
Actualmente el puesto es ocupado por el cardenal francés Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo Para el Diálogo Interreligioso, quien ha sido cardenal desde el 2003.
Los primeros cinco cardenales electores en orden de precedencia son: los cardenales Re; Bertone; Antonios Naguib, patriarca copto católico jubilado; Bechara Rai, patriarca maronita; y Godfried Danneels, exarzobispo de Malinas-Bruselas.