"Un cristiano sin Nuestra Señora es huérfano. También un cristiano sin iglesia es huérfano. Un cristiano necesita estas dos mujeres, dos madres, dos vírgenes: la iglesia y Nuestra Señora", el papa dijo.
El papa habló improvisadamente ante un grupo de jóvenes de la Diócesis de Roma durante un breve momento de oración en la gruta de Nuestra Señora de Lourdes en los Jardines Vaticanos.
Él se disculpó por llegar tarde a la cita vespertina diciendo que estaba tan enfocado "en una conversación muy interesante" con alguien que perdió la noción del tiempo.
"¡Perdónenme! Esto no es aceptable. La puntualidad debe ser respetada", él les dijo.
El papa dijo a los jóvenes que Dios tiene en mente una vocación para todos, pero que depende a cada persona "buscarla, encontrarla y entonces seguirla, seguir adelante”.
Lo mejor que se puede hacer es siempre orarle a María y mantenerla cerca cuando uno necesite tomar una decisión importante en la vida, como la selección de la vocación de uno, él dijo.