El fervor, la devoción y un entrañable sentido de unidad, reinó entre la multitud que asistió a darle la bienvenida al grupo de peregrinos que, desde hace 23 años, atraviesan ciudades y pueblos dando testimonio de Fe y Esperanza a quienes cruzan por su camino, principalmente al inmigrante. La tarde del 22 de Octubre del 2023, será inolvidable para quienes asistieron a la Parroquia de San José en Corpus Christi. Su Párroco el padre Rogel (Fr. Ogie) Rosalinas, SOLT, y demás miembros de la Parroquia y grupos de oración se esmeraron para celebrar la llegada de la Virgen de Guadalupe y de San Juan Diego, imágenes que acompañan al movimiento conocido como “La Carrera de la Antorcha Guadalupana”. La Carrera partió de la Basílica de Guadalupe, en la ciudad de México, el 2 de septiembre y terminará el 12 de diciembre en Nueva York con una gran celebración. Los peregrinos, tanto los que vienen de México como quienes se unen a la caminata, se llaman a sí mismos – Mensajeros por la dignidad de un pueblo dividido por la frontera. “El Fuego de la antorcha simboliza un caminar por la vida a la luz de la fe, con la esperanza y el calor de nuestra Madre Celestial” dijo Eddie Cruz, coordinador de la Carrera Guadalupana en el área de Corpus Christi. El lema este año es Por la Paz del Mundo, a lo que Lucia Méndez añadió: “Empezando por la paz personal, una paz interior y con nuestras familias, porque ¿cómo queremos que haya paz en el mundo, si nosotros mismos no tenemos paz?” La llegada a la Parroquia de San José se vistió de colorido, cuando los danzantes (Matachines) empezaron a rendir culto a la Virgen y a la memoria de San Juan Diego, a la manera en que los antepasados y naturales de México lo hacían; con sus ritos y danzas elevando oraciones a la Madre de Dios. Con la Antorcha al frente, estruendos de tambores y cantos guadalupanos, se inicio la Misa precedida por el Padre Ogie. Los fieles caminaron por el pasillo central y con gran devoción tocaban la dulce Imagen de la Virgen de Guadalupe y depositaban rosas rojas a sus pies. Al finalizar la Misa, agradecidos y emocionados, iniciaron la adoración al Santísimo Sacramento de la Eucaristía.