Cada año la Antorcha Guadalupana, una peregrinación/caminata organizada por la Asociación del Tepeyac, pasa por la diócesis de Corpus Christi. La destinación de la Antorcha, que tiene su origen en la Basílica de Guadalupe en México, es la Basílica de St. Patrick en Nueva York. Es interesante que la Virgen de Guadalupe y St. Patrick son co patrocinadores de la diócesis.
La Antorcha tiene como fecha de terminar la peregrinación el 12 de diciembre, cual es el día cuando la iglesia Católica celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas.
Corredores que acompañan a las imágenes de la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego se reunieron en la parroquia Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia en Corpus Christi. Unos de los corredores empezaron la carrera en la Basílica de Guadalupe en México y otros los acompañaron desde Alice y Robstown. Luisa Scolari para el South Texas Catholic |
La Antorcha llego a la diócesis primero en Falfurrias, Alice, Robstown y Corpus Christi y se despacho así a Beeville con destinación a San Antonio, Houston y puntos al este con su destino final siendo Nueva York. Llego en Corpus Christi el día 31 de Octubre en donde fue recibida por el padre José Ángel Salazar en la parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia en compañía de mas de un centenar de feligreses.
El recibimiento se hizo con danzas prehispánicas magistralmente ejecutadas por los grupos de danzantes mexicas-aztecas “Atl Papalotl” (Mariposa de Agua) y “Ehekatl Papalotl” (Mariposa de Viento). Posteriormente se procedió al rezo del Santo Rosario mientras los corredores recibían una merienda y después a la celebración de la Santa Misa con las imágenes viajeras de La Virgen de Guadalupe y San Juan Diego.
Los corredores para este tramo fueron: José Flores, Mauro Covarrubias, Jorge Luis Najar, Sanjuanito Fernández, Norma Villa, José Luis Sifuentes, Raquel Covarrubias, Guera Covarrubias, Juanita Flores (coordinadora), José Luis Flores, Fernando Fernández, Paloma Martínez, Pablo Gómez, Eulalio Guzmán Bravo, Gilberto Flores Alejandro, Norma Patricia Jiménez Carlos, Raymundo Rodríguez, Jesús Eddie Cruz, Juan García (coordinador) e Higinio Vásquez.
La caminata tiene como foco apoyar a migrantes. Los corredores manifiestan que cruzando días soleados, fríos o lluviosos todos como hermanos se reúnen en oración y por ser iglesia peregrina se consideran humildes y sencillos mensajeros de Cristo. Es a Cristo a quien “La Morenita del Tepeyac” los dirige que persigan así como ella lo hizo en la boda en Cana cuando le dijo a los sirvientes, “Hagan lo que él les diga (Jn 2:5).”
Al ser guadalupano es primero y ante todo ser cristiano. La madre, así mismo, lo hizo cuando se entrego a dios con las palabras “Que se haga conmigo según tu palabra (Lk 1:38).” Nuestra Señora de Guadalupe siente por todo el pueblo de su hijo, sin importar de raza o nacionalidad, ya que siendo madre del cielo ama a todos sus hijos por igual. Es por eso que su amor nos une y nos hace hermanos en Cristo.
La antorcha salió de la Basílica de Guadalupe con la bendición del obispo después de la celebración de una misa solemne y la bendición a los corredores y al grito de “Viva la Virgen de Guadalupe”!, “Viva San Juan Diego”! y “Que Viva Cristo Rey”! El 18 de septiembre salieron con rumbo hacia la frontera. Cruzaron cuatro estados mexicanos y 13 en estados unidos haciendo un recorrido aproximado de siete mil millas en 82 días al llegar en la ciudad de Nueva York.
Ya que las imágenes de la Virgen de Guadalupe y de San Juan Diego llegaron a Corpus Christi el 31 de Octubre, la parroquia Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia aprovechó conmemorar el día de todos los santos que se celebrar el primero de noviembre. Los niños se vistieron del santo de su devoción, así en vez de disfrazarse para celebrar una fiesta pagana los niños se disfrazaron para celebrar una fiesta Católica. Luisa Scolari para el South Texas Catholic |
La Virgen de Guadalupe a través de su imagen y con el apoyo de los miles de corredores que la acompañan en su peregrinar, recorre todos estos territorios inculcando a todos con la llama de su amor para su hijo y salvador, con la intención que el une a las dos naciones y ser un solo pueblo sin barreras ni fronteras, unidos en una sola fe. Llevan el mensaje de Cristo que es la paz y dignidad para todas las personas que por alguna razón han tenido que migrar.
Esto les da una oportunidad para todos a quien encuentran de reflexionar, pero sobre todo despertar la conciencia, hacia la realidad del prójimo y vivir las obras de misericordia corporales: alimentar a los hambrientos, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, albergar a los desamparados, visitar a los encarcelados, dar limosna a los pobres y enterrar a los muertos.