El señor Vicente Vásquez y su hija Rachel, que cuida de él en su edad avanzada y la mala salud.
Luisa scolari para el South Texas Catholic
El respeto a los padres es algo fundamental contenido en uno de los mandamientos de Dios: “Honrarás a tu padre y a tu madre.” Ellos cuidaron y protegieron a su familia con el amor y cariño que existe de los padres hacia los hijos, ahora les toca a los hijos corresponder de la misma forma.
El señor Vicente Vázquez, quien esta al cargo de su hija Rachel debido a su edad y enfermedad, dice que hay que apreciar lo valioso que tenemos como cultura, ya que el núcleo familiar entre los hispanos no se limita a padres e hijos, sino que se extiende a los abuelos, tíos, primos y nietos.
“Los abuelos forman el pilar de la familia, son el centro de reunión en fechas importantes como la Navidad, llenando de tantas historias y recuerdos vividos y que llenan de nostalgia nuestras vidas,” dijo el señor Vásquez. “Son una fuente de amor y cariño acompañados de historias, consejos y enseñanzas que compartir por la sabiduría que los años dan para los nietos.”
Rachel Vásquez dijo que siempre a vivido con su papá, y la enseñanza más grande que recibió de sus padres es el respeto y siempre estar al pendiente de sus familias y sus necesidades y el compromiso de ayudar a la Iglesia.
“El poder atender a mi padre me hace sentir mucha alegría, ya que él siempre ha trabajado muy duro para poder tener lo que tenemos y para poder ayudar a la Iglesia. Es un honor tener ese ejemplo en nuestras vidas,” dijo Rachel Vásquez.
El señor Vásquez quedo viudo hace 29 anos cuando su esposa María falleció. Recientemente el señor Vásquez perdió una de sus piernas a causa de la diabetes. Debido a esta incapacidad pasa sus días en una silla de ruedas y depende en su hija para que lo cuide.
Laboralmente pasó por muchos trabajos, entre ellos empacando ejote y rábano para HEB, cargando naranja y descargando manzana del ferrocarril y por 12 años haciendo pacas de algodón, hasta que el dinero no alcanzaba ni trabajando 72 horas a la semana. Ya que a medida que la hija crecía las necesidades también crecían y en 1967, siempre con el fin de cuidar y proveer a su familia comenzó a trabajar en Coastal States Petroquímica en donde permaneció por 20 años.
Durante todo este tiempo participo como miembro activo en la Iglesia de San José. Durante 35 años era miembro de varias organizaciones y ayudaba con la Jamaica y el Bingo para obtener los fondos necesarios para comprar los terrenos en donde posteriormente se construyó la escuela, el gimnasio y el Centro para Catequesis. Durante 15 años, fue lector de la misa de español.
“Proclamar la palabra de Dios me sale del corazón,” dijo el señor Vásquez. “Es lo que más me gusta y lo hice hasta que mi trabajo ya no me lo permitió en el 2010.”
Rachel Vásquez dijo que su padre siempre ha sido el proveedor de la familia. “Ahora le cuesta trabajo salir adelante, se esfuerza para poder ayudarme en lo que puede, no se queda quieto, a pesar de su incapacidad,” dijo su hija.
Sin embargo, dijo Rachel Vásquez, su papá prepara su café y hasta le ayuda a lavar la ropa. Trata de servir y ayudarle siempre.
“Esa formación y ejemplo nos los ha trasmitido a mí y a mi hijo Daniel, que también creció en este hogar,” dijo Rachel Vásquez. “Cuando mi hijo vivía con nosotros era más fácil ya que me ayudaba dándole las comidas y llevándolo a sus citas con el doctor, pero ahora que se ha casado y nació su bebé, ya no tiene tanto tiempo para ayudarme, aunque sigue dándole sus vueltas y llamándolo para estar al pendiente.”
Rachel da gracias que su patrón, el padre Pete Elizardo, le da permiso para poder llevar a su padre a sus citas médicas.
“Sí es un poco mas pesado el tener que levantarme más temprano para dejarle listo el almuerzo antes de irme al trabajo, pero también es una satisfacción el cuidarlo y atenderlo y llevarlo al Bingo y sacarlo a pasear. Siento un gran orgullo y es un honor tener su ejemplo en nuestras vidas.”
“Tengo una hija muy buena que no me deja, siempre está al pendiente de mis necesidades,” dijo el señor Vásquez. “Me cuida que no baje el pié, que lo tenga levantado, que no camine…me lleva al doctor y me trae mis medicinas y debido a mi circunstancia ella tiene que hacer mas de la cuenta ya que la obligo a que me lleve a misa muy temprano para que le quede mas tiempo.”
Dijo que se siente muy afortunado por tener a alguien que esté al pendiente de el, y le pide a Dios que le dé alivio en su pié para poder ayudarle en el quehacer.
“Yo hago lo mejor que puedo para darles un buen ejemplo, como familia unida y con el compromiso a nuestra Iglesia,” dijo el señor Vásquez.
Si la paciencia es una característica necesaria en la crianza de los hijos, es igualmente necesaria en la atención a los padres, y aunque no es tarea fácil, el amor hace que sea más llevadero y cuando se ofrece a Dios, la fuerza espiritual hace que la carga sea mas ligera y adquiera un valor espiritual.
“Si eres bendecido y tienes un abuelo o abuela, o tu padre o madre, llámalo, visítalo y siente el amor de Dios en su abrazo,” dijo el señor Vásquez. Y su hija, agrego “Cuiden a sus padres con cariño y no los abandonen, ya que con la vara que midas serás medido.”