![]() |
Rosa Fernández, Obdulia Vallejo, Héctor Gutiérrez, César Cerna y Francisco Silvestre Álvarez. Cerna y Álvarez son los dos “padrinos” que compraron el nuevo vestido de la Viegen, Gutiérrez fué quien acompañó a Padre Artunduaga traer la Virgen desde San Juan de los Lagos, Jalisco. Todos ellos juntos fueron los encargados de cambiar de vestido a la Virgen. Luisa Scolari para el South Texas Catholic |
En esta ocasión los “padrinos de vestido” fueron las familias Cerna y Álvarez, integradas por los señores Cesar y Yolanda Cerna y sus hijos Juan, Yareli y Yolanda y los señores Francisco Silvestre e Ivon Álvarez y sus hijos Ivon y Silvestre quienes fueron los encargados de mandar hacer el vestido y traerlo.
Francisco Álvarez comentó que el motivó de a hacer esto es porque desde chico iba a visitar la virgen desde Guanajuato hasta San Juan de los Lagos, Jalisco y siempre apreciaba una gran devoción hacia la Virgen de San Juan.
“Para mí es muy importante inculcar a nuestros hijos a compartir las mismas creencias en nuestro Dios, y es un privilegio haber podido dar un poquito de lo mucho que El nos ha dado,” Álvarez dijo. “Cuando me enseñaron el vestido me encantó el color (verde) y me dijeron que el vestido originalmente había sido confeccionado para la Virgen que se encuentra en la Iglesia de San Juan de los Lagos en Jalisco pero que no lo quisieron por el color.”
El vestido fue confeccionado por el mismo diseñador que elabora los vestidos para la Virgen de San Juan de los Lagos que está en Jalisco, para la que está en el valle de sur Tejas, para la Virgen de Zapopan en Jalisco, para la Virgen del Carmen que está en Celaya Guanajuato, la de Oaxaca y la de Monterrey. La tela está entretejida en hilos de oro y seda color verde y todos los diseños bordados a mano por artesanos Mexicanos con hilo de oro.
La señora Yolanda Cerna creció con la devoción a la Virgen de San Juan y el poder de participar en este proyecto le dio mucho gusto y le fue un gran ocasión para agradecerle todo lo que la virgen hace por su familia.
Los encargados de vestir a la Virgen fueron el señor Héctor Gutiérrez, quien fue el responsable de traer la Virgen de México, auxiliado por las señoras Obdulia Vallejo y Rosa Fernández, quienes también se encargaron de organizar la decoración y elaboración de las cortinas de la parroquia para tan importante fecha, auxiliadas por otras parroquianas voluntarias.
![]() |
Obispo Mulvey celebra la Misa con la asistencia, de izquierda, el Padre Patrick Higgins, Diacono Manny Maldonado y Padre Henry Artunduaga. Luisa Scolari para el South Texas Catholic |
El señor Carlos Mendoza, miembro de el grupo de los soldados de la Virgen dijo que el grupo está conformado por aproximadamente 40 parroquianos, que cuando llegó la Virgen a Corpus Christi a su antiguo Santuario, voluntariamente se comprometieron con ella a resguardarla. Desde entonces se reúnen cada sábado a las 7:30 de la mañana a rezarle el Santo Rosario en su casa y en compañía del Padre Henry Artunduaga, pastor de la iglesia.
Este grupo de los soldados de la Virgen fueron los encargados de transportar a la Virgen al salón en donde la cambiarían de vestido y posteriormente transportarla y acompañar la a su nicho original. El Obispo Michael Mulvey y el Padre Artunduaga, acompañados por las familias Cerna y Álvarez y el mariachi Mexicanísimo, y recibiendo los honores de los Caballeros de Colón, encabezaban la peregrinación.
El Señor Obispo Mulvey celebro la Misa completamente en español, y se mostró muy emocionado por el amor y la entrega que la feligresía mostraba hacia la Virgen. El Padre Artunduaga durante su homilía invito a los concurrentes a responder al llamado a la nueva evangelización que nos hace el Papa Francisco.
Haciendo referencia a que como la Virgen trae su nuevo vestido de color verde y el verde es el color de la esperanza, el sacerdote comento que la gente de dios tienen el compromiso de ser hombres y mujeres de esperanza, y la Virgen de San Juan tiene cuatro años despertando nuestra esperanza y el deseo de caminar en un proceso de la nueva evangelización, invitándonos a brillar con la luz de Jesús.
![]() |
Los fieles llenaron las bancas en Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de La Iglesia para el cuarto aniversario de su fundación como parroquia. Luisa Scolari para el South Texas Catholic |
También comentaba el Padre Artunduaga que el pecado mas grande de hoy es el de la indiferencia, y que la verdadera felicidad se encuentra en compartir lo que soy y lo que tengo con nuestros hermanos. Nos pide rescatar la familia a través del auxilio de la Virgen, ya que la contaminación de un mundo de tecnología ha desvirtuado la unión familiar.
Por ultimo el Padre Artunduaga dijo, “Estamos aquí porque estamos enamorados de Dios y de una Virgen que recibió la luz, y brilló una luz de esperanza y amor de Jesús en nuestros corazones.”
También agradeció a los diferentes grupos que conforman la parroquia, los soldados de la Virgen, los Caballeros de Colón, los encuentros matrimoniales, las Guadalupanas, los grupos de niños y jóvenes, el grupo de lectores, los ministros de la Eucaristía, la divina misericordia y a todas las familias de la parroquia por el apoyo que brindaron para la organización y realización del evento.
Al finalizar la misa el señor obispo se mostraba muy contento y convivió con los feligreses, quienes después pasaron a disfrutar de una cena en los salones del Centro Parroquial y se partió el pastel para conmemorar los cuatro años de la llegada de la Virgen a la Parroquia de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia.