La semana Santa y la Pascua de Resurrección en tiempos de pandemia, han dado a la comunidad parroquial de Nuestra Señora de san Juan de los Lagos Madre de la Iglesia, la oportunidad de unirse profundamente y manifestarse en su entendimiento Bίblico de los misterios del amor de Dios.
Los 4 primeros días del mes de Abril, gente proveniente de muchas partes, llena las calles del barrio de los Encinos y los terrenos de la Iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Madre de la Iglesia, en Corpus Christi, para conmemorar la Pasión de Cristo. Pues se ha corrido la voz, de que su comunidad hace de los días de Semana Santa una experiencia única.
Las familias de feligreses apoyados por su párroco el padre Juan Fernando Gamez acogieron con regocijo la celebración del Triduo Pascual y empezaron a trabajar desde principios de año, reviviendo los acontecimientos que rodearon la pasión, muerte y Resurrección de Jesús. Misterios centrales de la Fe cristiana.
“Para los Católicos, conmemorar la Semana Santa, es hacer un paréntesis de la cotidianidad de la vida, cada año y mirar hacia dentro, hacia el misterio que nos va revelando el gran Amor con que Dios nos ha amado, desde siempre”. Dijo el Padre Fernando Gamez, quien añadió: “Son tradiciones muy arraigadas, que afloran en la comunidad de una manera viva y representativa del momento bíblico, en donde experimentamos lo que Jesús vivió”.
El Triduo Pascual se inicia el Jueves Santo por la tarde, con la Misa de la Cena del Señor, en la que cada detalle del rito tiene un significado, ya que tuvo su origen el dίa en que Dios liberó a los judíos de la esclavitud de Egipto.
Particular a esta Misa es la escenificación del lavado de los pies en donde el sacerdote lava los pies a doce jóvenes, como Jesús lo hizo con sus apóstoles.
La iglesia recuerda en este dίa la institución de los sacramentos de la Eucaristίa y del Orden Sacerdotal. Jesús enriqueció la Pascua judía al consagrar el Pan y el Vino y pedirle a sus Apóstoles que continuaran haciéndolo en su memoria. Dándole un sentido de permanencia viva. La ceremonia concluyó con la exposición del Santίsimo en una capilla, para ser adorado por los fieles hasta la media noche.
Meses y dias de trabajo, esfuerzo, meditación y oración dieron por resultado las dramáticas escenas de la Vίa Dolorosa o “Via Crucis” que conmovieron a los asistentes del Viernes Santo.
Los feligreses, fueron los actores que representaron el calvario que Cristo vivió, de acuerdo al Evangelio de San Juan.
El personaje protagónico de Jesús de Nazaret está a cargo de Salvador Velazquez Rizo, quien se prepara espiritualmente todo el tiempo y no solo en la cuaresma, viviendo una vida cristiana; meditando, frecuentando los sacramentos y sobre todo intentando sentir lo que Cristo sintió. “Ya tenemos siete años haciéndolo. Trato de ser mejor persona cada dίa, para vivir el Viernes Santo en plenitud. Nos abandonamos en la voluntad de Dios para que sea El quien haga su obra y no nosotros” dijo Salvador, añadiendo: “Uno es solo el instrumento, la obra la hace Jesús. El sabe cuando hay un corazón dispuesto. Mi bendición es tener una relación intima con el Señor”.
El papel de la Virgen, madre de Jesús, lo realizó Ibonne Cruz, quien comentó que lo hace desde hace dos años, pero cuando la invitaron a participar, no se sentía digna de representar a la Virgen; “son unos zapatos muy grandes de llenar para mi, pero a través de la oración y meditación, sentί, que yo era solo un instrumento para transmitir el fuego del amor de Maria. Fue algo muy triste y doloroso ver a nuestra Madre sufrir por su hijo”. Dijo Ybonne.
La mañana del Sabado Santo, se reunieron alrededor de 80 personas que acompañadas por su párroco llevaron a cabo una procesión de duelo.
Llevando al frente una imagen de la Virgen de los Dolores, rezando el Rosario y cantando; “ven con nosotros a caminar, Santa Maria ven…” recorrieron las calles del barrio de los Encinos y terminaron en la Iglesia donde, a través de música y palabras expresaron los sentimientos de un pueblo que sufre y comparte sus penas.
Para finalizar el Padre Fernando dijo: “esta es una manifestación de solidaridad con todas las madres que han perdido a sus hijos, y con todas las mujeres que han sido maltratadas y claman por justicia y dignidad para ser valoradas como parte importante de esta sociedad”.
Por la noche se llevaron a cabo los ritos de la Vigilia Pascual la bendición del Fuego, que renueva la Esperanza a una vida nueva, de salvación y a la media noche, el paso de las tinieblas a la luz de la Resurrección del Señor, con la celebración Eucaristica y el Bautismo de una jovencita, miembro de la comunidad que asi nace a la vida cristiana.
“En medio de la pandemia necesitamos llenarnos de la presencia de Dios, porque a pesar de todo el sufrimiento, por las enfermedades, El está aquí, siempre con nosotros, que mejor que ser participes y poder recordar lo que El sufrió por amarnos y darnos la Salvación y Redención”. Dijo el Padre Fernando Gamez, durante la celebración de la Pascua.