CASTEL GANDOLFO, Italia (CNS) -- El papa Benedicto XVI, quien empezó su papado describiéndose a sí mismo como "humilde servidor en la viña del Señor", describió su retiro como momento de empezar a ser "sencillo peregrino, que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra".
El papa, que cuenta con 85 años de edad, llegó a Castel Gandolfo el 28 de febrero, cerca de dos horas y media antes del término de su pontificado.
El papa tiene planes de pasar cerca de dos meses en la villa papal, situada al sur de Roma, antes de cambiarse a unas instalaciones que habían sido monasterio, en los Jardines del Vaticano.
El papa llegó en helicóptero desde el Vaticano y transitó en coche a través de campos y jardines formales de la villa papal, antes de llegar a su residencia.
Horas antes de su arribo, la gente del pueblo, peregrinos y visitantes empezaron a llenar la plaza principal, fuera de la residencia papal. Mientras esperaban al papa, se dedicaron a rezar el rosario.
Tan pronto como el papa entró a la residencia, se dirigió al piso superior y, de pie en el balcón que da a la plaza, saludó a la muchedumbre.
"Queridos amigos: Estoy contento de estar con ustedes, rodeado de la belleza de la creación y por la amistad de ustedes, que me hace tanto bien", les dijo.
"Ustedes lo saben bien por mí, hoy es diferente a los días que ya se han ido. Ustedes saben que ya no soy pontífice supremo de la Iglesia Católica; hasta las 8 en punto lo seré, pero no después de esa hora".
"Yo soy un sencillo peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra", les dijo. "Pero con todo mi corazón, con todo mi amor, con todas mis oraciones, con mi reflexión, con toda mi fuerza interior, todavía quiero trabajar por el bien común y el bien de la iglesia y de la humanidad", les dijo.
El papa Benedicto les agradeció a los presentes su apoyo y les pidió que continuaran rezando y trabajando por el bien de la iglesia, también.
"Con todo mi corazón, les imparto mi bendición", les dijo, antes de darles una bendición sencilla, en idioma italiano, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Enzo Romagnoli, que está a cargo de una tienda cercana a la villa papal, le dijo al Catholic News Service que había nacido durante el pontificado de Pío XI. "Desde entonces, he visto a todos los papas en este lugar".
"Es al mismo tiempo triste y hermoso" tener al papa Benedicto en el pueblo, ahora que se retira, dijo; "pero nos sentimos honrados de tenerlo aquí".
Romagnoli dijo que cuando viaja y la gente le pregunta que de dónde es, él responde Castel Gandolfo, y todo mundo sabe en dónde está, lo que es un honor para pueblo tan pequeño.
Y hasta una hora y media después de que el papa se había retirado para el interior, un hombre vestido de traje permaneció cerca de la entrada de la villa con un letrero que decía: "Querido papa, estamos con usted y lo vamos a extrañar mucho".
Poco después de que llegó el papa, dos guardias suizos hicieron presencia a las puertas principales de la residencia y dos más permanecieron dentro. Respetaban el horario de cerrar las puertas a las 8 de la noche y regresar al Vaticano, pues su trabajo es guardar al papa.
Iban a ser reemplazados por oficiales de la policía del Vaticano dentro de la villa. Fuera, había bastantes “carabinieri”, miembros de la policía militar italiana, y oficiales de la policía del estado italiano.