Sus comentarios estaban fundamentados en la primera carta de San Pablo a los Corintios. El Cuerpo de Cristo, dijo, “funciona bien, si todas las partes armonizan con una sola visión y una sola misión. En esta visión y misión, todas las partes de la Iglesia son esenciales y responsables, sin importar cuán insignificantes parezcan ser.”
Para ilustrar la idea, el Obispo Mulvey utilizó la relación que existe entre la mano y la cara, del cuerpo, y puso como ejemplo, la responsabilidad que tiene una parte del cuerpo, en relación con el bienestar de las demás partes. Si le arrojaran una piedra a la cara de una persona, dijo, la mano de la persona actuaría instintivamente para bloquear la roca y así evitar que lastimaran la cara. Sería absurdo pensar que la mano permitiría que la roca dañara la cara como si dijera “tu estás por tu cuenta.” Pero no, porque la mano es parte del cuerpo, ésta intentará detener la roca de inmediato.
La metáfora del cuerpo en relación con la Iglesia se aplica sin esfuerzo a la diócesis y la parroquia. El ejemplo de la mano y la cara hacen que la metáfora sea más realista, y vaya más allá de la teoría, sin embargo, la visión del obispo es tomar esta metáfora y este ejemplo para aplicarlo en la práctica en nuestra diócesis y en nuestras parroquias. En otras palabras, viendo cómo podemos colaborar y cómo podemos compartir nuestros recursos, programas y personal.
Se necesita discernimiento. El discernimiento es una forma de descubrir la Voluntad de Dios y de escuchar juntos al Espíritu Santo.
Durante la reunión, se le pidió a cada persona que se escuchara dentro de sí misma, internamente, y también que escuchara a los demás participantes para encontrar las inspiraciones del Espíritu Santo y así cumplir la misión de evangelización dentro de la parroquia y la diócesis.
Reunidos en pequeños grupos, los participantes trataron de escuchar juntos al Espíritu Santo y responder a varias ideas y propuestas que ya habían surgido a lo largo del proceso de la Planificación Pastoral. “No somos una corporación que está aquí para diseñar algún tipo de plan futurista para la compañía,” el dijo. “Estamos aquí como personas de fe; estamos aquí como personas de caridad; estamos aquí como personas de esperanza, para ayudar a avanzar a nuestra Iglesia y a dar respuesta a las necesidades de las personas de hoy.”
En tanto el proceso de discernimiento continuaba, el Obispo dijo que la unidad es un don de Dios; fruto del amor de los unos para con los otros. En los Hechos de los Apóstoles, la Iglesia primitiva fue testigo de quiénes eran a través de su amor mutuo.
A medida que avanzábamos, recordó a los participantes que los esfuerzos de nuestra evangelización deben estar apoyados por una comunión de vida, entre nosotros. “Siempre es el amor lo que nos convierte, no solo las palabras. Trabajar juntos, comprometidos y alegres encontramos el verdadero camino de la evangelización, porque como Jesús nos prometió, cuando estamos reunidos en su nombre, allí está Él, entre nosotros y Él es nuestro gozo. Es Jesús quien toca el corazón de la gente, no nosotros,” dijo el Obispo Mulvey.
El Papa San Pablo VI y otros, han definido a la Iglesia como caridad y unidad. Debemos discernir qué es lo que se puede aplicar a nuestra parroquia y diócesis, para poder expresar mejor quiénes somos y qué es lo que nos puede ayudar a dar testimonio, a través de nuestra misión.
“De manera que no somos nosotros los que construimos la unidad. A nosotros nos toca poner de nuestra parte, amarnos los unos a los otros. Lo demás es obra del espíritu, crear esa unidad. Vivir de tal manera que sientas interiormente, la presencia espiritual de Jesús. Estar listos para morir los unos por los otros, en nuestros pensamientos, en nuestras opiniones y en nuestros juicios. Si estamos listos para morir el uno por el otro, experimentaremos y sentiremos la presencia de Jesús, su espíritu.”
Se invitó a los participantes; tanto a representantes de parroquias, personal y laicado, como a sacerdotes, religiosos profesados y diáconos a discutir áreas de enfoque y planes de acción que ayudarían a fomentar un mayor desarrollo del Plan Pastoral.
Utilizaron la tecnología de votación electrónica para indicar su nivel de apoyo a las iniciativas que deberían desarrollarse aún más en el Plan Pastoral.
Algunos de ellos se resumen aquí:
Al final, la mayoría de los participantes en la segunda reunión cumbre, acordaron formar parte de un grupo de trabajo para pasar a la acción.