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Detención de inmigrantes ofrece oportunidad de brindar la esperanza en Jesús
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January 30, 2015
Hermana Pamela desarrolla un ministerio en el centro de detención para satisfacer las necesidades espirituales de las mujeres inmigrantes.
Luisa Scolari para el South Texas Catholic
Ser testigos de la fe y visitar a los detenidos es parte de la misericordia y nos da la oportunidad de brindar la esperanza en Jesús y crecer en nuestra propia transformación en Cristo, dice la hermana Pamela Buganski, quien ministra a las mujeres en el centro de detención de inmigrantes del condado de Brooks en Falfurrias, Texas.
Cristo nos juzgará en los últimos días y para los que lo vieron con hambre, y le dieron comida; con sed y le dieron de beber; como extranjero y le dieron la bienvenida; desnudo y lo vistieron; enfermo y se preocupaban por el; en la cárcel y lo visitaron, les dará la bienvenida en el reino de su padre (Mt 25:35-36).
La hermana Pamela, nos compartió las experiencias que en los últimos dos meses ha tenido llevando esperanza a través de la palabra de Dios, visitando el centro de detención, en donde se encuentran detenidos aproximadamente 630 adultos de los cuales unas 100 son mujeres. Estos datos no son exactos, ya que como el centro es solo un lugar de transición, la población es fluctuante por el hecho de que solo permanecen detenidos ahí mientras esperan su juicio o a que los trasladen a otros centros penitenciarios.
"El ser miembro de la Iglesia es lo que me otorga el permiso de visita a las internas como visita religiosa, con quienes me reúno en un grupo de unas 35," la hermana Pamela dijo.
Libros que la hermana Pamela entrego a las mujeres en el centro de detención, comprado con donaciones que recibió de benefactores.
Hermana Pamela Buganski para el South Texas Catholic
Ella las recibe con un abrazo de una por una. Generalmente comienzan rezando el padre nuestro y continúan con una oración abierta "en voz alta" y en su propio idioma por unos 10 minutos. La hermana se encabeza del grupo, y al estar al frente, no puede dejar de sentir "esa sensación que pone mi piel chinita" al presenciar el fervor con el que rezan y ser testigo de la fe con que lo hacen y agradecen con lágrimas en sus ojos mostrando una profunda relación con Dios.
"Presenciar esto me deja sin palabras observando que el reino de Dios está presente sobre nosotros," dijo la hermana Pamela.
Después, una de las mujeres lidera el grupo con cantos religiosos que sorprendentemente todas, aún siendo de diferentes países, conocen sin necesidad de papel para leerlas y claramente se puede ver que las palabras les brotan del corazón. Es una forma de adoración diferente a la de nuestra cultura, la hermana Pamela dijo
Continúan con la lectura de las escrituras y se hacen comentarios de lo que entendieron. Despues, voluntariamente, pasan para dar testimonio de Dios en sus vidas. Se termina la reunión con otra oración abierta y cantos.
En otras ocasiones durante las visitas, la hermana Pamela les lleva hojas para colorear. Coloreando les permite pasar tiempo platicando. De esta manera se establece una relación que le da a la hermana Pamela oportunidad de hacerles sentir que cuida de ellas.
"Y me hace testigo de la iglesia para recordarles que son amadas por mí, pero sobre todo por Dios. La esperanza que les brindamos y la fe que se vive son algo que no se puede describir fácilmente," la hermana dijo.
El padre Matthew Stephan de el Sagrado Corazón en Falfurrias está encargado de ofrecer misas en el centro y el diácono Richard Costley también hace visitas.
Si alguien quisiera participar ayudando a la hermana Pamela, los invita a reunirse al grupo de visitadores ya que para ella es muy difícil comunicarse en español. Es muy importante a la hora de orar, por lo que ofrece capacitarlos e instruirlos, compartiendo experiencias para trabajar conjuntamente.
La hermana recomienda organizarse en grupos de visita para que por lo menos asistan en parejas. Las experiencias de servir en este ministerio cambiará positivamente la vida de los visitadores y las internas, la hermana Pamela dijo. Las visitas son una vez por semana. Pueden contactar la hermana Pamela a través de su correo electrónico: [email protected].
La hermana también hace el pedido de donaciones de biblias y libros en español ya que les hacen mucha falta.
