by Reverendísimo Wm. Michael Mulvey, Obispo de Corpus Christi
Mis queridos hermanos y hermanas, estamos en los últimos días antes de las elecciones presidenciales. Tal vez ustedes están de acuerdo en que esta ha sido una campaña muy difícil. Más y más problemas tocante a la santidad de la vida humana están siendo empujados a la arena política y, como resultado nuestras creencias morales católicas están siendo corrompidas y mal interpretadas.
Como su obispo, quiero tomar un momento para clarificar la enseñanza católica sobre la vida y las cuestiones morales ahora que se están debatidos en la esfera pública. El primero y más importante es la cuestión de la vida en el vientre materno.
Como católicos creemos y defendemos que la vida comienza en la concepción. La vida es un don de Dios, la vida es del Creador, por lo tanto, nadie tiene el derecho, ni siquiera la propia madre, para extinguir el don de la vida de Dios. Creemos que toda vida humana tiene un valor intrínseco y debe ser protegida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
Los debates también incluyen la definición del matrimonio. El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Por naturaleza, el hombre y la mujer son llamados a una alianza permanente de amor que refleja la comunión que existe en Dios. Como católicos, creemos y defendemos la definición del matrimonio, la unión de un hombre y una mujer.
La libertad religiosa esta en peligro en varios frentes. Los mandatos del HHS incluidos en la ley nueva tocante la salud presentan una nueva intrusión en nuestros derechos de practicar nuestra fe católica. Ningún gobierno en cualquier parte del mundo debería imponer mandatos que crean obstáculos para los que quieren practicar su fe libremente. Desde 1919, la Iglesia Católica ha defendido el derecho de todos nuestros ciudadanos sobre el derecho de recibir cuidados de salud accesibles, y seguimos haciéndolo, pero no a costa de la disminución de la libertad de religión.
Muchos de nuestros hermanos y hermanas están sufriendo de la economía. Cada lado presenta diferentes enfoques. Si uno adopta un lado o el otro es un asunto de conciencia también. En preparación a votar este año, por favor tome tiempo para estar bien informado y teniendo en cuenta también la situación de los pobres y los que están sin trabajo.
Tenga la seguridad de que voy a estar orando por cada uno de ustedes al escuchar los debates y considerar los temas en cuestión. Pido que todos votamos con una conciencia informada y no dejar que emociones formen nuestra opinión. Como ciudadanos católicos de este bendito país, vamos a abrir nuestras mentes a la voluntad de nuestro Creador y votar a promover la vida, para mantener la justicia entre todas las personas y buscar el bien de todo ser humano, incluso a la persona humana en el vientre de su madre.
Que Dios los bendiga y guarde a nuestra América libre, bella y justa.