SANTO DOMINGO, República Dominicana (CNS) -– Algunos latinoamericanos dicen que la elección del primer papa oriundo de la región es un reconocimiento del papel mundial que el hemisferio sur tiene en el futuro de la Iglesia.
Este nombramiento del papa Francisco I, argentino, de 76 años de edad, que fungió como arzobispo de Buenos Aires con la investidura de cardenal, de nombre Jorge Mario Bergoglio, ha sido tanto sorpresa como fuente de esperanza para los católicos latinoamericanos.
"Esta es la noticia del siglo. Este es un momento de alegría para todos nosotros", dijo el arzobispo Oscar Vian Morales de la Ciudad de Guatemala en rueda de prensa, el 13 de marzo. "Hemos recibido la noticia con gran júbilo".
El ahora papa Francisco I, de quien se dice quedó en segundo lugar en el cónclave anterior en donde fue elegido como papa Benedicto XVI en 2005, ha sido por largo tiempo defensor de los pobres de Argentina para los que ha deseado que tengan una vida mejor. Y siempre llevó un mensaje de justicia social que ha resonado en la región, en donde aproximadamente de diez personas, tres son pobres.
"Estamos muy felices. ... Él es una persona que siempre ha representado los intereses de los empobrecidos", dijo el padre jesuita Jesús M. Sariego, representante de la misión jesuita en Centroamérica, con oficinas centrales en El Salvador. "En términos de lo que esto representa en el mundo, viene a ser una señal de importancia y apoyo" por/para nuestro trabajo.
En contraste con la participación en la iglesia que se ve desvanecida un tanto en regiones del mundo en donde antes floreció, como Europa, Latinoamérica es el hogar de casi un 40 por ciento de los católicos del mundo; y África es la región de crecimiento más rápido para la Iglesia.
"El lugar en donde la Iglesia debe reforzar su atención es el hemisferio sur", dijo el padre Sariego; pues aunque millones de latinoamericanos católicos han abandonado la Iglesia y se han ido con sectas evangélicas o se han dedicado al secularismo, más del 70 por ciento de personas permanecen dentro del catolicismo.
En Brasil, el país que tiene el mayor número de habitantes que son católicos, el obispo auxiliar Leonardo Steiner de Brasilia, secretario general de la Conferencia Episcopal de Brasil, dijo: "Es un momento de tanta alegría para todos nosotros. Fuimos gratamente sorprendidos con la elección de un papa latinoamericano".
Brasil es hogar de aproximadamente 124 millones de católicos, o uno de cada 10 alrededor del mundo.
"La selección de un latinoamericano demuestra que la Iglesia se abre en un abrazo universal y no solamente hacia Europa", dijo el obispo Steiner.
En el periodo previo al conclave, se especulaba que el cardenal Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo, era el candidato principal.
El 13 de marzo, los habitantes de la pequeña población de Cerro Largo, cuna del nacimiento del cardenal Scherer, acudieron a la sala de recepción de la iglesia principal del poblado cuando escucharon que humo blanco había salido de la boca de la chimenea del Vaticano.
"Nos quedamos un poco decepcionados; pero eso no quiere decir que no vayamos a rezar por el nuevo papa", fueron las palabras atribuidas a Rozane Scherer, sobrina del cardenal Scherer, por una estación de televisión de Brasil. "Scherer todavía es un cardenal joven; nuestra esperanza está todavía en él".
Con mucha probabilidad, Brasil será el país de la primera visita internacional del papa Francisco I, cuando asista a las Jornadas Mundiales de la Juventud, el próximo mes de julio.
En una declaración, un representante del comité organizador del evento, al que se esperan asistan por lo menos 2 millones de personas, dijo: "Los jóvenes del mundo están contentos con ‘el sí’ dado por el papa Francisco I, y con su visita a Brasil, en julio, para (las Jornadas Mundiales de la Juventud) en su primer viaje internacional apostólico".